Un amigo me dijo, en tono de suficiencia y como hablándole a un bobo:
- Para qué joden tanto con eso de la educación. Arrancados de mierda, todo lo quieren regalado- sus frases se remataban en diminutas gotas de babas que le chorreaban por la comisura de los labios.
No pude contestar de inmediato. Me puse a reflexionar sobre las amables palabras de mi amigo, casi hermano, y luego de unos segundos eternos sólo me quedó una propuesta para hacerle:
- Listo, nos cansamos de que nos den todo "gratis". ¿Entonces, por qué no privatizamos el único servicio público efectivamente universal y gratuito (bueno, lo pagamos con los impuestos) que tenemos los colombianos?- le dije mientras veía cómo hacía bolitas con un moco que acababa de sacarse.
- ¿Cómo así, cuál?- replicó.
- La fuerza pública.
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