martes, 17 de mayo de 2011

Cuscús


Me gusta que tu nombre se me olvide para terminar llamándote como una peripecia culinaria, de esas que  algún antepasado marroquí le enseñó a los míos hace siglos.

Me encanta la soberbia propiedad con que tomas el espacio cuando llegas. Quiero decir, el tiempo justo para abrir los ojos y mirar y sonreír al universo entero. Del año, mi estación favorita es la primavera y a tu paso, la vida me regala una tajadita, acá, en este trópico inmisericorde y caprichoso.

Y me fascina la juventud que te rebosa los poros, que no es de los años, sino del alma y que será eterna. Un rato de tu presencia hace las veces del más poderoso estimulante que alegra y sintoniza los sentidos en una frecuencia extraña, pero intensamente feliz.


3 comentarios:

Zapatobsky dijo...

Uyyy Hermano....Anonadado.
Se lo puedo enviar a un pedazo de primavera mío????

Juan P. Ramírez dijo...

Hágale, sin vergüenza

María Santos dijo...

Nadie merece más tan bellas palabras...