
Como buen colombiano en el exterior, apenas llegué a Nueva York, lo primero que hice fue buscar un restaurante paisa en Queens para aplicarme unos reconstituyentes fríjoles con jeta de marrano y tomarme unos aguardienticos. No hice sino tomarle fotos a la carrilera del metro y a la bandeja paisa que me comí. Luego, al calor del aguardiente (contrabando, supongo) me paré en Times Square (pleno corazón de Mannhattan) y grité "Gringos hijueputas", para ver qué tan cierto era eso de que no me entenderían porque hablan inglés.
Al tercer día, salí bajo fianza de la estación de policía de la calle 59 y cuando iba a parar la buseta que me lleva por el hotel, caí en cuenta de que no estaba en Popayán. Un hombrecito venía hacia mí y decidí preguntarle por el consulado.
- Consuladeichon of Colombia - dije con mi más fluido inglés.
El tipo empezó a hablar rapidísimo, a tal punto que casi no le entiendo.
- Took everything, man. Please, don’t hurt me. I’m so beauty to die. ¡Oh, Colombian boy, don’t kill me! If you wanna I like Shakira, I can drink twelve cups of coffee right now, but don’t kill me. I’ll pay all your drugs: marihuana, heroine, cocaine, everything.
Lo reconocí de inmediato. Era Woody Allen. Debe haber sentido mi fervor hacia sus películas porque me regaló su reloj, billetera, un abrigo y el paraguas. De todo lo que dijo pude entender que me invitaba a una de esas orgías de los artistas con Shakira a bordo, droga de todas las calañas y para el guayabo, café.
- Nou don Gudi. Mi ser sanou. Le recibeitor guan vasitou of aguadeichon: es que mi estar very enguayabing – le contesté para no desairarlo.
Tan excéntrico él, como todos los artistas. Salió corriendo y creo que en la carrera se iba despeinando porque gritaba "¡Gel, gel, gelmi!". Tan bobo. Yo traía gel en el morral, no era sino que pidiera.
Pero así son los de allá, tan atentos y penosos. Yo quedé pasmado con la hospitalidad de esa gente. Mucho me temo que los atrasados envidiosos, que no han podido viajar a la civilización, han estado razonando fuera del recipiente durante mucho tiempo cuando aseguran que a los gringos hay que decirles gringos y que, además, son una mierda. Mentira: ¿No ven a don Woody Allen?
1 comentario:
esta buenisimo, se lució
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