
¡Vamos, viejo! ¡Arriba esa cara! No desmayes. Deja de jalarte los pelos y mecerte como un lunático que no es para tanto.
Pero qué me vas a hacer caso si no entiendes español y yo, de checo, poco. O es eslovaco. Francés. Ahora que me acuerdo escribes en francés para que te capten la idea más allá de Moravia.
Mira que no es para tanto. Confieso que de adolescente quise ser un personaje tuyo. Sí, un doliente damnificado de los rusos con nada que ganar y el partido perdido por goleada. Claro, es que esos burócratas desafortunados, por lo general, gozaban de las más intensas aventuras eróticas.
Además, también tengo alma de desterrado. Jamás he salido de mi terruño a hacer vida en otros lares, pero me siento un poco extraño, mal querido y hasta levemente censurado. Será por eso que no siento mi lugar aquí, y te soy más sincero aún: no sé si tenga un lugar en el mundo. ¿Qué tal que esté robándole espacio y aire a otro que sí estaba destinado a la ubicación temporo - espacial que ocupo con porfía? Existen desterrados de patria, como tú, Cioran o el Dalai Lama. Pero los hay, también, del cuerpo: muertos en vida, personajes tuyos.
¡Calma, calma! ¡Que no cunda el pánico, Kundera espantoso, escandaloso! Ese socialismo que conociste se quedó sin dientes para morderte el culito.
3 comentarios:
muy bueno el texto
Uno no sabe si es una ofensa o una alabanza, queda tal vez uno con la idea que son las dos cosas.
todo bien colega, nos seguimos leyendo.
Yo me lo tomo como alago señor, dígame usted si hago bien.
Quizá sea por la sensación que me dio dar una vuelta por todo este rincón, tan lleno.
besos
très bien monsieur... je t'embrace
(vicitez http://rene.maltete.com/main.php?g2_itemId=12)
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