El nuevo saludó a su maestro con aire de suficiencia y, como si fuera poco, se atrevió a llamarlo por su nombre. El maestro, hombre sabio y prudente, abandonó el recinto y se fue a su casa.
Al día siguiente, la mujer encontró al maestro ahorcado con una sábana.
1 comentario:
mmmh
no me logra convencer el texto, pero puede ser que no lo entienda
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