miércoles, 6 de febrero de 2008

Novela policiaca en dos párrafos


El nuevo saludó a su maestro con aire de suficiencia y, como si fuera poco, se atrevió a llamarlo por su nombre. El maestro, hombre sabio y prudente, abandonó el recinto y se fue a su casa.

Al día siguiente, la mujer encontró al maestro ahorcado con una sábana.



1 comentario:

Kenneth Moreno May dijo...

mmmh

no me logra convencer el texto, pero puede ser que no lo entienda